QUENIQUEA
Cae una gota sobre el cuerpo de la india bella y grácil
que con cabellos de río, ojos verde selva, labios rojos barro,
piel blanca y olorosa a café, dulce como la miel y suave como la gloria,
grita con la lluvia el recuerdo de sus partos,
se cubre de velo niebla, esperando la visita de sus mansos hijos que se fueron hace tanto.
El suave cuerpo de la diosa es de curvas un encanto,
de historia un misterio, de sus lugares un remanso,
paz que embruja a sus visitantes en un eterno contacto.
paz que embruja a sus visitantes en un eterno contacto.
Mas allá del arco iris
mas allá de las montañas
mas allá de lo imaginablemente bello
te hallas tú.
que en tu vientre me albergaste tantos años,
en tu inocencia y transparencia, en tu alegría y modestia.
Los recuerdos que me unen a tu cuerpo
a tu aliento, a tu magia, a tu piel, hacen que sea tuyo.
Soy de ti mi dulce india,
soy de ti mi amada novia
Queniquea eres gloria de recuerdos invencibles.
Humberto Chacón
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