Sé lo que tengo, lo que hago, lo que soy!

Siempre esperando que leas, que me leas. Hoy te notó ausente y distante como siempre. En tus ojos veo al amor de mi vida. ¿Qué ves tú? Escribo siempre en mi muro esperando tu respuesta; y no llega. Relato siempre mi día; y no te acercas. Coloco siempre mi mejor imagen; y nunca la observas… ¿Qué soy para ti? ¿Qué eres para mí? Ayer llorando desconocía quien era por ti, Me preguntaba a gritos ¿quién soy? ¿Qué quiero para mí? Hoy solo, en silencio, dominando este sentimiento mudo, te miro y callo. Te miro y finjo que no me interesas, y en realidad, te amo! Hoy con este poema te grito que te necesito, Que te extraño, que te quiero y te amo. ¿Se puede amar tantas veces? ¿Se puede odiar tantas veces? Te he amado y odiado tras la sonrisa hipócrita de mis labios, Te he amado y me haz amado en los sueños que despierto, vivo. Hemos viajado a lugares mágicos y nos hemos besado en los momentos más extraños. Todo esto en las fantasías de

Esos ojos que me ven, Me detallan, Me buscan tímidos, Los quiero siempre frente a mí. Ámame. Esa mirada que me hace sentir pleno, Seguro, de ti. Esos labios. Tus labios, tan tuyos y tan míos, Tan dulces, tan deseados por mí, me encantan. Me enamoras. Esas señales, esa voz, esos gestos, esa manera tan tuya de decir te amo sin palabras, solo con miradas, esos abrazos que añoro y disfruto. Esos silencios tan tuyos en los que reflexiono sobre lo que siento. Me animan. Este amor que me ata, me eleva, me envuelve y me hiere, es de ti! Ámame en el murmullo de la lluvia. En los acordes de la poesía. Ámame en la complejidad del día. En la sencillez de la noche. Ámame en las texturas de las palabras. En los silencios de lo secreto. En las miradas de tenernos. Corazón delator, me traicionas a cada mirada, en cada palabra que sale de sus labios. En cada mensaje que brota de mi alma. Ámame en el misterio poético de poseernos. que