Sé lo que tengo, lo que hago, lo que soy!

La inspiradora textura de tus labios Suaves, rojos y carnosos. Su voluminosidad envuelve mis pensamientos, Su inocencia pronuncia mi nombre.   Su color de pétalos rojos, despiertan envidia a las rosas Que mueren secas ante tu belleza. El mágico movimiento de sus líneas hechiza mis ojos, Sobresaltan mi alma. Cuando los toco lloro de alegría, Cuando los beso tiemblo de emoción. Su sabor dulce enamora mi gusto, Sus perfectas formas encajan en mi, en mis labios, Donde fundiéndonos nos convertimos en uno. La inolvidable y trascendente noche de besos robados, Son ahora, recuerdos mágicos de momentos de gloria Un bello pasado con figura de labios. Tus labios, dos dulces de miel, dos recuerdos lejanos. Inspiración de hombres, habladores de amores. Labios gruesos, suaves, sabrosos. Labios dulces, rojos, húmedos. Tus labios pronunciando mi nombre, Esos habladores de mí. Caprichosos y expresivos, insaciables   como yo. Portal de emociones, instrumentos de pasión, Conocedores de labios, cuerp

Buscando en la oscuridad el camino de regreso,  con los pasos firmes corrió hacia lo que desconocía,  arriesgándose a caer o volar. Los ojos soberbios no obedecían sus deseos. sus manos flácidas colgaban como muertas,  y las alas verdes no se abrian ante lo inminente, su boca grita sola su desprecio por ellas, y mis ojos se empañan ante lo fortuito. Cuerpo obsceno que devora lo sentido, cuerpo hambriento que consume lo vivido, antropófaga boca que disfrutas mis carnes,  ácidas lagrimas que digieren al tiempo,  segundos falsos que avanzan sin medida,  minutos muertos  que apestan a obediencia. horas futuras que forjan un nuevo ente.  muerte cobarde que te niegas a llevarme. desprendimiento de noches únicas que recuerdan el desespero, sufrimiento absurdo por sentimientos muertos.  reflejo de pupilas condenantes que se burlan del objeto. alimento placentero del infaltable carroñero. vida osada del tonto soberbio. cruel objeto que soporta al

Había olvidado que bien sabían tus besos Y tus labios en mi cuello, Tus manos en mi espalda, Tu boca en mi boca. Olvide lo excitante que era ver tu cuerpo desnudo en mi cama, Y el rose de tus pies con mis vellos, Sensación única, mágica. Cuerpos enredados formando un poema. Labios carnosos que invitan a tocarlos, Manos suaves que moldean mi ser, Lengua húmeda que refresca mi cuerpo Y seduce mi piel. Mi torre atenta a tus deseos, mis deseos manejados por tus labios, mi musculo firme a tus ordenes que invita, que invitan. Cuerpos cálidos bajo la luz de febrero Viento frío que arropa el ambiente, Cielo despejado que desvela el placer Luna escondida que celosa no sale. ¿Qué me frena a quererte y a poseerte por siempre? ¿Qué hace que te ame y de pronto te odie? Los recuerdos que hieren, los reproches del cuerpo, Ordenes del orgullo que frenan la entrega. ¿Pero si tú no me has hecho nada? Solo me amas y esperas por mí, Egoísmo y seguridad de tenerte te alejarán de mí. Lloraré tu despr

Puntos negros a pasos rápidos recorrían en un va y ven las adyacencias del imponente acueducto de Segovia. Rostros serios, risueños, rígidos y somnolientos caracterizaban aquel paisaje. Yo en medio de aquel bullicio, entre caras de asombro, aburrimiento, indiferencia, tranquilidad y orgullo, observaba cada detalle de ese momento.  Todo se movía en cámara lenta para mi. Mi ojos solo intentaban reconocer ante de aquel tumulto el misterio de encontrarme allí a espera de algún milagro, de alguna desgracia, de algún cambio. Yo asombrado por la normalidad de mi vida, decidí aventurarme en la búsqueda de algo especial que reavivara mi pasión, mi adrenalina, entonces como si por un milagro divino o por pura casualidad ante aquel tumulto monocromático, apareció ella: frágil y bella, vivaz e inocente, enigmática, con su paso grácil ante mi, su futuro amante, su siguiente víctima. Ante ella, el mundo de posibilidades de tener a quien quisiera, sin embargo, prefería jugar que amar, reír que llorar

Sueños Segovianos Para:          Segovia, quien me acogió por un año entre sus muros e historia.          Los ERASMUS de Segovia 2011, amigos sois inolvidables...        

tus huellas en mi textura Las notas surrealistas de aquella textura que entre gritos de mujer pájaro y risas de buenos amigos descubrí entre tus muros, son hoy el más real recuerdo, el más sentido frío de aquella noche primaveral, de aquel año extrañamente especial. Cierro mis ojos en tu nombre, y llegan a mí los olores que te definen, los sabores que te particularizan, las texturas que me ataron a ti, que tatuaron tu nombre en mi pecho. Recuerdos de texturas frías que corriendo entre tus calles mis dedos rozaban, sensación placentera que grabó tu esencia en mis sentidos. Mi devoción por tu arquitectura ahondó mi sentir por tu sabiduría, aquella de la que me hablaban en nuestro continúo rose, tus suaves, rusticas y ásperas superficies, la de tus muros, la de tus monumentos, esa tu piel. Tú libro abierto de historias, de amor y odio, de luchas y pasión. Eres Segovia reina española de amantes de tu fama, de tu historia, de tus glorias. Mis pasos recorren hoy las calles del recuerd

Escribiendo tu nombre sobre la arena de la playa con los dedos de mi pie, sensación triste que recuerda lo áspero de tu despedida. De pie junto al closet, descubro mi sombra triste escondida entre los recuerdos. La cerradura llora por la partida de su llave y yo caigo en la trampa del deseo. La ventana se expande en colores y el vacío me llama en canciones. El reloj grita los segundos y la espesura de mis miedos me congelan en el aire. Las letras frías que gritan los versos de aquel día extraño, día en el que solo mire al sol por no verte partir, lluvia de frases melancólicas que invitan al llanto, pánico forastero que encuentra hogar en aquel raro lugar. Miedo burlón que se apodera del abandonado, recuerdos insolentes que perturban la sensatez. Mesa redonda donde no encuentro el limite, sonidos fúnebres que resuenan como palpitos en el pecho. Sueños de muerte que descolocan los sentidos, abrazos lejanos de antiguas primaveras, patios vacíos que extrañan los pasos, luces siniestras q

las estrellas ya no se ven desde que pinte mi cielo... las nubes son rostros perfectos desde que intervine el recuerdo... el sol me sonríe y la luna me llama... aullido seco de perros muertos que inundan de podredumbre la ciudad de los necios... los minutos son cuerpos sangrantes de fruta triturada... los colores se pierden en los ojos invidentes y yo me pierdo verde sentimiento. el sonido de tus pasos tristes son voces de falso auxilio... las palabras escritas en el pecho son marcas de asfixio y odio... porcelanas caras que se quiebran con solo verlas, barro a fuego que seca el alma del perro muerto. luciernagas funebres de rostros dispersos son cena de ranas blancas que mueren en el incendio. cuerpo de marmol definido, frio y sordo, ecos del grito mudo que clama silencio. nudos de abrazos crudos que se funden en olvido. risa suicida de cantos invernales. capa de fuego y vientos otoñales consumidora de odio y de moscas musicales. poemas rojo

Cae una gota sobre el cuerpo de la india bella y grácil que con cabellos de río, ojos verde selva, labios rojos barro, piel blanca y olorosa a café, dulce como la miel y suave como la gloria, grita con la lluvia el recuerdo de sus partos, se cubre de velo niebla,  esperando la visita de sus mansos hijos que se fueron hace tanto. El suave cuerpo de la diosa es de curvas un encanto, de historia un misterio, de sus lugares un remanso, paz  que embruja a sus visitantes en un eterno contacto. Mas allá del arco iris mas allá de las montañas mas allá de lo imaginablemente bello te hallas tú.  C uerpo de diosa  indígena que en tu vientre me albergaste tantos años, en tu inocencia y transparencia, en tu alegría y modestia. Los recuerdos que me unen a tu cuerpo a tu aliento, a tu magia, a tu piel, hacen que sea tuyo. Soy de ti mi dulce india, soy de ti mi amada novia Queniquea eres gloria de recuerdos invencibles. Humberto Chacón       Ta

Llegó la primavera y con ella los más intensos deseos de descubrir nuevas experiencias. Llegó la primavera y con ella, los sueños de un iluso humano, que persiguiendo nubes pretende besar ángeles. Llegó la primavera y el r astro de tu recuerdo en olores, sabores, texturas y canciones. Llegó y con ella la polución que bañando cuerpos reproduce los colores más sutiles que hacen de ésta la dueña de sensaciones pecaminosas. La naturaleza en su amor, en su éxtasis sexual hace que extrañe tu piel de mármol, tus ojos esmeraldas, tus labios de dulce carne. La primavera me arrastra a tu ilusión. Sentirte quiero, amarte quiero, por fin quédate junto a mi! Quiero que aparezcas ya! La soledad no perdona, se burla de mí hasta cuando duermo, en los sueños te veo junto a mí, despierto y ya no estás. ¿Es justo esto? Los colores son tu nombre y su aroma tu perfume, las flores son tu rostro, el viento mi alma consume. Mi blanca y fría dama, mi blanca e invernal nieve, m

Cielo despejado, ojos encontrados reflejo de luna en tus pupilas, reflejo de soledad en las mías, labios temblorosos dedican aquel poema. Miedo de perder frena la pasión, Oscuridad absoluta empuja a las ganas, Un beso rompe el silencio Y tu mano la quietud. Me tocas, te siento en mi boca Me buscas susurrando deseos, Te busco escuchando tu voz Nos rosamos el cuerpo con deseos intensos, y me besas. Me regalas la luna, te regalo mi vida Me dices es mucho, te digo es suficiente. Me dejo en ti, y me dejaste allí Solo con la luna y la oscuridad. Humberto chacón 30/01/2010 Atardecer en Auschwitz Polonia 2011 Cracovia 2011 Versalles, Francia 2011    Segovia, España 2010

En mí locura pasillos de estantes En los estantes pasillos de recuerdos En los recuerdos, recuerdos. En los pasillos cabezas. Cuando camino por allí Busco recuerdos y recuerdo, Series de ojos, de momentos, Archivos de besos. Los recuerdos se ordenan dentro de los estantes, Por categorías y lugares, Por colores, por sabores, Por amores… Existen recuerdos a blanco y negro A color y hasta en tercera dimensión. Los vives, los sientes, los quieres. Solo recuerdos, solo estantes. En el pasillo de reserva Los estantes son de luz. En los estantes de personas Los estantes son luz. En los rincones se esconden Momentos y recuerdos, Luz y oscuridad Frío y calor. En los estantes, pasillos olvidados. En los pasillos, estantes destrozados. En el orden, el desorden de mi propio recuerdo De mis reflejos, de mis espejos. Desempolvo un libro, lo abro, lo leo, Me transporto a un momento casi olvidado A un momento desordenado. En él estoy yo junto a mí. En mí la amargura de sentir, de reír, Tristez