EL DRAGÓN DE JADE
El no encontrar palabras para describir lo que me paso contigo, dice mucho de lo que dejaste en mi, son tantas cosas que quiero expresar que no se como hacerlo, me siento extraño, pensativo. Que momento tan loco, tan único, se me hace extraño saber que estuve contigo, que compartimos nuestras manos, que nos acariciamos a pesar de no comprendernos idiomáticamente, solo dejándonos llevar por el lenguaje emocional, corporal, ese lenguaje natural, que grita que te bese, te toque, te abrase. Fuiste silencio en mis caóticos pensamientos, luz en mi obligado anochecer, calma en mi desesperación, tranquilidad en mi vida.
París Diciembre 2010 Diciembre 2010
El Dragón de Jade
Un beso extraño, no común, un beso inocente como un primer beso,
me despertó.
Tus manos me decían que te acariciará, tus dedos exploraban mi cuerpo,
los míos se deleitaban en tu suave piel.
Mis dedos como tocando seda resbalan y memorizan esa textura,
esa perfección digna de ti, ser puro y espiritual.
En las noches moribundas de un año, un dragón verde nació.
En las noches invernales de la ciudad del amor,
sentí la suavidad de una nube.
Nuestras manos entrelazadas, unidas, fusionadas.
Como dendritas los dedos transmiten emociones,
Un lenguaje, un código, un deseo de estar así acariciándonos siempre.
Seres mitológicos, mágicos, espirituales.
Noches excitantes, inocentes, de nuevas experiencias.
Con el dragón nacen sentimientos en el silencio de una cama sin fonética,
solo el lenguaje emocional de nuestros cuerpos, de nuestros ojos,
de nuestros labios, rompen el silencio de no entender nuestras lenguas.
El sexo tiene su idioma universal, las emociones tienen su propio lenguaje.
excelente humberto muy sentido todo, la verdad, senti tood lo que decias, abrazo edu
ResponderEliminar